La Pirámide de la Luna
La Pirámide de la Luna se encuentra en la parte norte de Teotihuacan y su contorno imita al Cerro gordo, llamado en náhuatl Tenan, que significa «madre o protector de piedra». Es la segunda edificación más grande de Teotihuacán, después de la “Pirámide del Sol"
Recientemente, los arqueólogos han excavado debajo de la pirámide de la Luna. Los arqueólogos están buscando pistas sobre la historia de esta misteriosa cultura. Tuneles cavados en la estructura han revelado que la pirámide experimentó por lo menos seis renovaciones; cada nueva adición era más grande y abarca la estructura anterior.
Sacrificios humanos
Durante las excavaciones dirigidas por los arqueólogos Rubén Cabrera y Saburo Sugiyama realizadas entre 1998 y 2004, se han hallado enterramientos fastuosos y atroces en la Pirámide de la Luna. Tras abrir un túnel de 43 metros de altura, los arqueólogos localizaron cinco enterramientos, saliendo a la luz escenas de antiguas matanzas: cabezas decapitadas y restos de guerreros y dignatarios extranjeros, además de animales inmolados.
En palabras de los arqueólogos: "Antes de esa investigación se tenía idealizado a Teotihuacan, pero ahora se puede reinterpretar la historia; se ha comprobado que practicaban sacrificios humanos".
La evidencia indica que los entierros corresponden a víctimas de sacrificios rituales, realizados para consagrar las sucesivas etapas de la la construcción de la pirámide. El sacrificio más antiguo data aproximadamente del año 200 d. C.: un extranjero fue enterrado vivo con las manos atadas, lo rodearon con animales que representaban poderes míticos y supremacía militar: un lobo, un halcón, pumas, águilas y víboras de cascabel, algunos de ellos también enterrados vivos dentro de jaulas. Había además ofrendas finamente elaboradas: armas de obsidiana y una figurilla de jade, quizás una diosa de la guerra. Los entierros posteriores son todos diferentes, pero con el mismo propósito: Los sacrificios eran importantes para controlar a la gente, para convencerla que hiciera lo que sus gobernantes deseaban.
Comentarios
Publicar un comentario